En apenas dos días, se han producido sendos hechos que, lejos de ser anecdóticos, me parece que plasman a la perfección la esencia de un partido, el PP, y de una ideología, la derecha española. Ambos vienen a demostrar que este partido y esta ideología cultivan el amor a la violencia como seña de identidad, conceptual y material. Y aquí voy a utilizar la palabra ·violencia en su sentido más puro: el de intento de supresión del otro, con lo que cual podemos contemplar tanto la violencia física como la violencia verbal.
Aludo, en primer lugar, a la eliminación en las Actas del reciente Congreso del PP, del texto del discurso que Alberto Ruiz-Gallardón pronunció en el mismo a guisa de apertura. En él, como se recordará, el alcalde de Madrid acometía cierta autocrítica sobre la conducta que el partido había mostrado en los últimos tiempos. Pues bien, con este escamoteo se consuma el asesinato simbólico de, tal vez, la voz más lúcida y honesta de la derecha española. Silenciando a la única persona que tuvo la valentía de asumir en público los errores de su formación política, el PP certifica que NO HAY LUGAR para la discrepancia en su seno, ni siquiera en los términos tan leales y constructivos como los que utilizó el señor Gallardón. La violencia, en este caso, me parece evidente: se trata de vulnerar el derecho de un individuo relevante, ya no a opinar, sino a que su opinión permanezca y pueda suscitar reflexiones y debates en el futuro. Por poner una imagen gráfica, este hecho equivale a quemar el libro de un disidente. Claro que Gallardón ya era un difunto político, desde que renunció a presentarse como alternativa a Esperanza Aguirre para la presidente del PP madrileño.
Me refiero, por otro lado, a la reyerta tabernaria que han protagonizado los militantes del PP valenciano, en la cual se insultaron y golpearon partidarios de dos facciones enfrentadas por un quítame allá un compromisario. En este caso, ha venido a confirmarse una hipótesis que temen desde hace cierto tiempo los españoles, y que ha hecho su abrupta aparición con este suceso: que los militantes del PP (desde el militante de base hasta su Presidente de Honor, por no hablar de su Presidente Nacional) ODIAN EL DIÁLOGO. Que puedas levantarle la mano a tu propio compañero de partido, con el que (hay que suponer) te unen lazos ideológicos e incluso afectivos, no es asunto en absoluto baladí. Desenmascara todo un estilo de hacer política (o combatirla): bronco, zafio y vulgar hasta decir basta.
No es esta una afirmación hecha en el vacío. En los últimos meses, el Partido Popular no ha perdido la oportunidad de carizaturizar el talante de ZP, al que oponen la determinación y la firmeza que, suponemos, son las mismas que espolean a sus militantes a liarse a tortazos. El Partido Popular es el epítome del monólogo: se ríe de los encuentros nacionales e internacionales que el PSOE promueve, demoniza cualquier negociación política que emprenda este partido, se niega a aceptar incluso la existencia legal de la izquierda abertzale, amenazó con la cárcel a quien convocara un referendo popular En suma, el Partido Popular denosta a todos aquellos que no opinan como él. Y es que el PP ABORRECE LA DIFERENCIA. Su sueño dorado es la uniformidad total: una sola Patria, una sola Religión y una única Ideología. La suya, claro.
Esta incapacidad para dialogar (que ya debemos suponer congénita) le viene de lejos a la derecha española. No en vano, sus mitos fundacionales son todos violentos: desde la Reconquista hasta el golpe de Estado que dio pie a la Guerra Civil, pasando por la invasión de Irak y la estrategia de combatir el terrorismo, todos y cada uno de los referentes en los que se sustenta la ideología del PP se basa en la FUERZA, es decir: en la IMPOSICIÓN de las propias ideas por medio de la violencia. Cruzados y falangistas, torquemadas todos, las filas de la derecha está trufada de espadas, pistolas y la larga sombra de las hogueras inquisitoriales.
Que los propios miembros del Partido Popular traten de dirimir sus diferencias a base de puñetazos no hace sino avalar esta idea: que la derecha española cultiva un amor connatural por la violencia. Así las cosas, no es extraño que se sienta a disgusto en un sistema político democrático (al cual no ha tenido más remedio que plegarse, a despecho de sus pulsiones más íntimas): la única estructura social en la que los populares podrían hallar satisfacción es aquella de la que, históricamente, ha surgido: la Dictadura de Uno Solo, en perjuicio de todos los demás.
Escrito por MUTANDIS a las 28 de Noviembre 2004 a las 01:24 PMHola!.
He entrado aqui de casualidad, y me detenido u momento a leer este post tan...de izquierda.
Es cierto que el PP está un poco revolucionando ultimamente con el tema de Valencia y Gallardón. Pero ahora solos nos metemos con ellos,(bueno, os meteis, los de izquierda), pero ya no recordamos todo lo que hizo el PSOE anteriormente. El gobierno de Felipe Gonzalez dejó a España destrozada. España tenia una deuda con la seguridad social de 290.000 millones de pesetas, que el Sr.Gonzalez dijo que habia pagado justo antes de las elecciones del 96. Meses despues, cuando Rodrigo Rato terminó de examinanr esas cuentas, se dió cuenta(valga la redundancia) de que n o era cierto, que faltaban 178.000 millones. ¿De eso no os acordais?.
El PSOE de antes del 96 estaba rodeado de lo peor que se podia permitir. El señor Vera y e señor Barrionuevo, ¿cuanto se llevaron que era nuestro? Ahora, gracias a Dios, lo están pagando y de hecho, ingresará uno de ellos en prisión la semana que viene.
Hace dos años, los españoles y España estaban muy bien mirados en Europa y ya se encaraba hacia el mundo y llega ZP y rompe drásticamente las relaciones con EEUU y se hace muy amiguito de Marruecos, de Venezuela,etc, vamos, de lo mejor del mundo mundial.
Sin embargo, se lleva a las tropas de Iraq.
Señores, no nos enteramos, que España nmo estaba en Iraq en misión de guerra, estaba en misión humanitaria. Coño, que no llevaba a cabo ninguna ofensiva militar en ningun momento.
Por otro lado,¿donde está el plan hidrologico?. Nueve años estudiando el plan por los mejores ingenieros de España, y llega el Sr. y lo quita...por la puta cara. Y el que quiera agua, que la pague.
Seguimos.
Homosexuales. Me parto el pecho de risa con la cantidad de idioteces que se oyen.
Por un lado, se permien que se casen, me parece bien, ya que viven juntos, que se cases. Además, creo que así pueden ser más felices. Apoyo el "matrimonio" entre homosexuales. (Por cierto, la palabra matrimonio significa: Acto de unir a un hombre y una mujer baja el sacramento de la Iglesia. Así que si se trata de homosexuales...de matrimonio, nada.).
Pero lo que no se puede tolerar, es que se les permita adoptar niños. Eso es una barbaridad.
El Ministerio de Sanidad ha hecho un estudio de 46 dias en el que se afirma que los niños adoptados por parejas homosexuales no sufren ningun desequilibrio ni daño emocional alguno. Sin embargo, el Doctor James Crawfort y su equipo, del Instituto psiquiatrico de Philadelpia, ha hecho un estudio de 15 años (ojos, no 15 dias, sino ¡¡15 años!!) y ham llegado a la conclusión de que el 83% de los niños adoptados por parejas homosexuales experimentan traumas irreversibles cuando llegan a edad adulta. Y eso,¿como se come eso, señor Zapatero?
Me da la sensación que a ZP no le importan los niños,sino los votos. Y los niños, que se las apeñen como puedan.
Economia. Como se echa de menos al señor Rato,¿eh?. El Wall Street Journal ha publicado el jueves pasado que "a España le esparan cuatro años de descontrol,caos y perdida de too lo conseguido anteriormente, además de una recesión de su economia a nivel del Estado, pero tambien a nivel mundial". Eso, parece ser que no ha sentado muy bien en el Gobierno. ¿Que pasa ahora? ¿Le vamos a echar las culpas ahora a los periodistas del Wall St. Journal por el siemple hecho de ser americanos y britanicos?. Creo que no. Creo que dicen la verdad.
Podría seguir diciendo cosas de economia (puesto que es a lo que me dedico y me doy cuenta d muchas cosas), pero creo que ya está bien por hoy de machacar.
Para macharcar ya tenemos a Hugo Chavez, que viene a España a insultarnos y ha contar mentiras y al señor Moratino (que no sabe donde tiene la cara y tendría que haber sido destituido ya) que le sigue la corriente.
Lamentable.
Despues de todo, te mando un abrazo fuerte.
Iván.
Ahora que releo el comentario me doy uenta que me faltan muchas letras entre palabras y cosas dl estilo. Discupame, es que mi teclad está un poco mal.
Sin más, hasta pronto.
Escrito por Depende a las 28 de Noviembre 2004 a las 04:20 PM