Porque Aznar impulsó una política centrípeta en la que las Autonomías vieron seriamente comprometido su margen de actuación (como demuestran recientes sentencias del TC contrarias al gobierno del PP).
Porque Aznar llevó a cabo una política económica neodesarrollista basada, no en la innovación y la competitividad, sino en el ladrillo y el consumo interno (fuente de desequilibrios comerciales, como se ha ido viendo después).
Porque Aznar instauró una forma de hacer (o no-hacer) política fundamentada en los malos modos, los desplantes, la chulería y la soberbia, en perjuicio del diálogo y la negociación.
Porque Aznar permitió que Cascos, con su incompetencia supina, llevara el Prestige a alta mar y no lo acercase a tierra, provocando así que el chapapote ensuciara toda la cornisa cantábrica y no sólo una playita gallega.
Porque Aznar exculpó a Trillo de haber embarcado a 62 militares españoles en un avión tercermundista, además de cometer todo tipo de fraudes y engaños en la labor de identificación de los cadáveres.
Porque Aznar utilizó de manera fraudulenta las subvenciones europeas, que ahora el gobierno del PSOE debe devolver de su propio bolsillo (que es el de todos).
Porque Aznar privilegió a las rentas altas y del capital, en detrimento de las rentas del trabajo, es decir: favoreció a sus votantes y perjudicó a los currantes.
Porque Aznar instrumentalizó la justicia, vía Cardenal y Fungairiño, hasta extremos escandalosos.
Porque Aznar animó a Urdaci a cometer infinidad de tropelías en la televisión pública, censurando contenidos (Línea 900, la canción "Ojú" de Las Niñas, la entrega de los Premios Max) y cometiendo ilegalidades condenadas por la justicia (ce-ce-o-ó).
Porque Aznar se cruzó de brazos ante el efecto euro, ante la burbuja inmobiliaria, ante la precariedad laboral, ante los abusos cometidos por los empresarios con los inmigrantes ilegales...
Porque Aznar metió a España en una guerra ilegítima e ilegal, contra el parecer de la inmensa mayoría de los españoles.
Porque Aznar quiso restaurar el nacionalcatolicismo en España, vía Ley de (Nula) Calidad de la Enseñanza.
En fin... ¿te parece poco? Mi voto y el de millones de españoles no fue fruto de un calentn, sino de un proceso meditado de reacción ante tantos abusos.
Y ni siquiera he tenido que citar el 11-M.
Escrito por MUTANDIS a las 1 de Agosto 2005 a las 11:55 AM