21 de Febrero 2006

AZNAR: EL VILLANO EN SU RINCÓN

Cuando José María Aznar decidió no presentarse para un tercer mandato, daba por supuesto que su sucesor tomaría el testigo del Gobierno español, mientras Él podría consagrarse a tareas más elevadas (política internacional y Grandes Cruzadas Cósmicas, mayormente).

Quiso el ex-Presidente abandonar el tedio del campeonato nacional para pasar a un nivel superior: el de la Liga de Campeones, donde esperaba figurar junto con otros líderes históricos (Bush, Franco, Alejandro Magno y demás).

Para eso, se erigió su propia Catedral (FAES), desde la que pensaba imbuir el orbe entero con su sapiencia y capacidad de visión. Más allá de las guerrillas locales, Aznar se preparaba para convertirse en Oráculo Universal.

Pero el sueño le duró dos telediarios (de los de Urdaci, para más inri): los justos y necesarios para que Rajoy pasara a la oposición y el PP viese truncado su proyecto, compartirdo con la Conferencia Episcopal, de "reinventarse" España: más centralista, más católica, más cañí.

Desde entonces, rumia Aznar su impotencia en un rincón. Trata de desprestigiar a quienes le rompieron el juguete, descalificando al Gobierno legítimo de la Nación por los cinco continentes. Cena con Bush, y le felicita por haber frustrado un contrato de Navantia por miles de millones. Concede entrevistas, y cubre de oprobio a todos aquellos que no sean Él y los Suyos.

Pero la realidad sigue su curso, indiferente al hombrecillo del bigote y el tupé. Es más, el mundo sigue justo el camino contrario que Aznar deseaba: Condoleeza Rice le ofrece a Moratinos apoyo y dinero para la Alianza de Civilizaciones de Zapatero, o el Consejo de Estado vota por abrumadora mayoría contra las tesis del ex-caudillo-venido-a-menos.

Las bofetadas que recibe en plena cara, sin embargo, parecen no hacer mella en él. Más aún: le dan alas. Cuanto mayor oposición encuentre entre los ciudadanos corrientes, más convencido estará de su misión salvífica aquí en la Tierra.

Porque Aznar (como todos los dementes mesiánicos que ha visto la historia de la Humanidad) ha venido a salvarnos: de nuestros "enemigos" y, sobre todo, de nosotros mismos.

Pero, o mucho me equivoco, o pronto va a tener que abandonar su Olimpo conceptual para pelear por los votos a pie de calle. Para empezar, ayer ya recogía firmas para el pseudo-referéndum contra Cataluña.

Quién te ha visto y quién te ve, José Mari. Tú, que ibas para príncipe, reducido al papel de mendigo...

Escrito por MUTANDIS a las 21 de Febrero 2006 a las 12:51 PM