La Iglesia Católica no tiene nada que ver con el cristianismo, ni siquiera con la religión. Es un enorme aparato de poder, heredero del Imperio Romano, cuya única ambición es controlar las conciencias para hacerlas más sumisas a los intereses de la clase dirigente. No es teoría: es historia, sociología y realidad.
Ejemplo: la corriente Somos Iglesia, formada por cristianos de pura cepa, han recibido el desprecio y la intransigencia de El Vaticano por proponer, por ejemplo, que las mujeres puedan ser ordenadas sacerdotes o que el celibato de los curas sea opcional.
Otro ejemplo: la Asociación Juan XXIII, formada por teólogos cristianos, recibe por parte de la jerarquía todo tipo de descalificaciones por pensar con libertad y no acatar la obediencia militar a la que Ratzinger y el Papa les quieren someter.
Hay mil ejemplos más: podéis consultar el libro de P.M. Lamet, La rebelión de los teólogos (Plaza y Janés, 1991) donde se habla de la Teología de la Liberación, de la Declaración de Colonia, etc., etc.
Cristianismo es libertad; catolicismo es opresión.
¡Ah! Para ladislao: yo hablaré de lo que me dé la gana cuando me dé la gana. No pienso someter mis intervenciones al ritmo que marca el Telediario. Me considero con la suficiencia independencia de criterio para escribir lo que quiera sin pedirte permiso.
Escrito por MUTANDIS a las 27 de Enero 2005 a las 11:33 AM