Cuando uno no tiene nada que decir, grita.
Esta frase de Ortega, que cito de memoria, me ha venido a la cabeza tras escuchar en los últimos días una cascada de declaraciones bombásticas por parte de políticos del Partido Popular (a microfonistas y foreros no los tenga en cuenta, por motivos obvios).
Ayer mismo, se oyó:
a) a un diputado del PP por Ceuta llamar al PSOE "partido nacional-socialista";
b) a un diputado del PP en la Junta de Castilla-La Mancha decir que la paralización del PEH "es la peor noticia en la historia de España, peor que todas las guerras y batallas";
c) al Presidente en funciones de la Xunta de Galicia tildar a los socialistas de "sectarios repugnantes" en sede parlamentaria, con unas imputaciones que luego, en la Cadena SER, admitió que eran falsas.
A esto hay que sumar el furibundo (y penoso) discurso de Mariano Rajoy en el Debate sobre el Estado de la Nación, con expresiones barriobajeras y de charla de café, del tipo:
a) "¿Qué le está haciendo a mi país?"... cuando el país lo hacemos entre todos, y en todo caso lo desharemos entre todos si es preciso;
b) "Usted ha sembrado las calles de sectarismo"... cuando la violencia callejera la protagonizan, en Madrid, los cachorros afines a la extrema derecha;
c) "En un solo año usted ha puesto el país patas arriba"... cuando lo cierto es que el PSOE se ha limitado a cumplir el mandato que los ciudadanos le hemos hecho en las urnas (o sea que si alguien está cabeza abajo, es el PP).
En fin, ante tamaña pérdida de los papeles, uno tiene que advertir: señores de la derecha, si luego sus brigadas de fanáticos se dedican a golpear a ancianitos en una librería, o a expulsar a ministros de una manifestación, o a mentar a la madre en los foros de internet al primero que disiente de ellos, yo ya sé a quién culparé. Al autor espiritual de los hechos en cuestión: sus ilustres señorías, bocazas de pro.
Escrito por MUTANDIS a las 17 de Mayo 2005 a las 12:41 PM