Llevan unos meses los obispos católicos llenándose la boca con la palabra "libertad": que si libertad de conciencia para que los funcionarios no casen a los gays en contra de la ley, que si libertad de enseñanza para que los colegios concertados puedan lavarle el cerebro impunemente a los niños, que si lbertad religiosa para seguir recibiendo dinero público a cambio de demagogia privada...
En fin, que los obispos (esos emisarios de un estado extranjero en España) se han convertido, en pocos meses como digo, en estandartes de los derechos fundamentales y las libertades civiles. ¡Quién iba a decirlo cuando, hace pocos años, ellos eran quienes oprimían la libertad de pensamiento, de opinión y de acto de todos y cada uno de los españoles! Nada que ver con estos tiempos, por cierto, en que hasta los adalides de la represión católica utilizan los grandes lemas de la Revolución Francesa para tratar de perpetuar su agonizante imperio.
Señores obispos, católicos en general: ¿Y si en lugar de apelar a conceptos laicos, y para nosotros sagrados, se atienen a su sempiterno argumentario eclesial, y mantienen claras las distancias entre lo que es del hombre y lo que es de Dios?
Escrito por MUTANDIS a las 30 de Septiembre 2005 a las 12:59 PM