19 de Enero 2006

SE COLMA EL VASO

Tenía razón Mariano Rajoy: nada pasa porque sí. El creciente ruido de sables que padecemos actualmente no surge como una seta bajo un árbol. Obedece a una estrategia meditada, por parte de la derecha española, de chantajear a la democracia. Su objetivo: lograr detener, con la amenaza del golpe militar, un proceso que no pueden revertir en las urnas.

El pistoletazo de salida lo dió el general Mena, con su discurso poco espontáneo ante la cúpula militar sevillana. A continuación, en una cascada poco espontánea, se sucedieron cartas a los periódicos donde oficiales retirados mostraban su apoyo al mando golpista. Y, ya desmelenados, se les están sumando todo tipo de cuadros castrenses, incluido el jefe de la Legión en Melilla. El último, el que ha colmado mi paciencia de demócrata, ha sido el de un coronel, autor de un escrito que ha sido dado a conocer por los Informativos de Tele 5. El contenido del mismo es muy elocuente.

Veamos. Utiliza el coronel, sin tapujo ninguno, todos y cada uno de los pseudo-argumentos que propagan los voceros del PP, a saber: la COPE, El Mundo, ABC y La Razón. Dice el coronel, sin apenas ambages, que el país se desmembra, que los empresarios catalanes están asaltando el Estado (como si Cataluña no fuera España) y, ojo al dato, que en el proceso de la reforma estatutaria participan elementos que protagonizaron “episodios sangrientos” en tiempos no tan lejanos.

Se refiere el uniformado a ERC, y remite el coronel (sin vergüenza ni pudor algunos) a 1934. Esta afirmación no es gratuita: reproduce, punto por punto, las tesis neofranquistas de Pío Moa quien, en un libro reciente, acusa al PSOE y a ERC de haber iniciado en esa fecha la Guerra Civil, justamente, con la aprobación del Estatuto de Nuria.

Que un general amenace con un golpe es gravísimo, que el Partido Popular se apunte a la ola resulta funesto, pero que un coronel trate de basar sus amenazas en la propaganda pseudocientífica de un ex-miembro del GRAPO es lo último que me quedaba por ver.

El vaso se ha colmado. Lo que pase a partir de ahora, sólo podrá avalar la tesis que los ciudadanos empezamos a formularnos: que la derecha odia la democracia (no en vano, las urnas le han privado del poder en Madrid) y que está planeando tumbarla con ayuda de sus aliados tradicionales: la Iglesia, el Ejército y el Capital.

¿Estaremos los ciudadanos españoles a la altura de la España que, en 1936, salió en defensa de la democracia, frente a la amenaza totalitaria de sotanas y uniformes? No me cabe ninguna de que sí. Mi confianza en la adhesión del Pueblo español a la democracia es total y sin fisuras.

Escrito por MUTANDIS a las 19 de Enero 2006 a las 05:22 PM