23 de Enero 2006

¡A PARAGUAZOS!

Hay meras anécdotas que tienen la virtud de convertirse en paradigmas interpretativos.

En el programa Caiga quien caiga del viernes, 20 de enero, un reportero abordaba a los paseantes de la Plaza Mayor de Salamanca para inquirirles sobre el polémico traslado de los papeles que, a punta de pistola, la tropa franquista le robó a la Generalitat catalana.

Frente a aquellos que, meneando la cabeza, se lamentaban del “expolio” del que habían sido víctimas (¡de un patrimonio que no les pertenecía, y en aplicación de una ley aprobada por el Congreso de los Diputados!), había también quien se pronunciaba a favor del traslado, aduciendo tales o cuales razones mejor o peor argumentadas.

Pues bien, ante la atónita mirada del entrevistador, de entre el coro de curiosos empezaron a emerger voces airadas que increpaban a quienes osaban apartarse de la “ortodoxia pepera” propagada sobre este asunto. Mientras una señora ejercía su libertad de expresión ante el micrófono en abierta contradicción con la postura adoptada por el alcalde salmantino, otra, ya entrada en años, se desgañitaba (como pidiendo auxilio a la autoridad competente): “¡Está con los separatistas!”. Una más, con la cara totalmente desencajada y blandiendo un paraguas en evidentes actitud de disponerse a usarlo, y no precisamente para protegerse de la lluvia, le espetó a la cara a la disidente: “¡Vete con los catalanes!”.

Me trasladó este penoso espectáculo a la España del siglo XVI, la de los autos de fe, las persecuciones religiosas y la quema de herejes en las piras inquisitoriales. A quien piensa por su cuenta, ¡hay que expulsarle! O quizá mantearle... ¿Libertad de conciencia? ¡Sólo si piensas como nosotros! ¿Razones? Pero, ¿quién necesita razones, cuando tiene la Verdad revelada de su parte?

Verdaderamente, si esta es la España UNA que nos quieren imponer los voceros del nacional-catolicismo pepero, yo me quedo con las DIECISIETE Españas que, según claman, quiere implantar Zapatero: con éstas, por lo menos, puedo optar por alejarme administrativamente de la meseta iracunda y refugiarme en cualquier periferia a dormir el sueño de los justos.

Escrito por MUTANDIS a las 23 de Enero 2006 a las 12:16 PM