Tras los incendios de embajadas europeas acontecidos en países con mayoría de creyentes musulmanes, El Vaticano se ha apresurado a criticar la "arrogancia del laicismo occidental". En lugar de ponerse del lado de los derechos civiles, los vaticanos se han decantado por el fanatismo ciego de algunos seguidores de Alá. Parece que el nuevo Papa quiere llevar a la Iglesia Católica más abajo de lo que ya consiguió su antecesor Wojtyla. En lugar de llamar a la paz, Ratiznger aprovecha para arremeter contra las democracias europeas.
Pero lo más grave es el calificativo que el Sumo Pontífice (el apelativo lo dice todo) nos dedica a los demócratas laicos europeos: soberbios. ¿Y los católicos apostólicos romanos, qué son? Creen en UN único Dios, que además, se les ha revelado SÓLO a ellos; dicen que su doctrina es la VERDAD, la cual, para colmo, está en manos de un SOLO hombre, varón siempre, que no se equivoca JAMÁS. Esta doctrina ideológica (pues eso es la religión: una ideología mundana, por mucho que mire hacia otro lado cuando pontifica) no sólo es arrogante: es soberbia. Y la soberbia es un pecado mortal, con lo que los católicos que incurran en ella serán condenados al infierno por siempre jamás. Les estará bien empleado, ¡por chulos!
Escrito por MUTANDIS a las 10 de Febrero 2006 a las 05:44 PM