Si, hasta ahora, habíamos sospechado que en el Partido Popular cohabitan dos almas (el Doctor Jekyll de Gallardón, Piqué y, a veces, Rajoy, con el Míster Hyde de Acebes, Zaplana, Aguirre y Pujalte), hoy por fin se ha puesto de relieve que es así.
A raíz del alto el fuego permanente declarado por la banda criminal ETA, hemos tenido ocasión de escuchar esta mañana sendas intervenciones de altos cargos populares, las cuales han puesto de manifiesto que la derecha se está partiendo por la mitad.
Hoy mismo, mientras que a las 8 de la mañana Jaime Mayor Oreja llenaba las ondas de la SER con sus infectas teorías conspiratorias, relacionando a los terroristas con la aprobación del Estatut, media hora después el Secretario de Comunicación del PP, Gabriel Elorriaga, rechazaba dichas hipótesis majaderas para brindar su apoyo al Gobierno en el proceso de paz que ahora se abre.
Pero no es ya únicamente el tema de ETA. Es todo: la reforma de los estatutos autonómicos, el 11-M, la OPA de Gas Natural sobre Endesa... En el PP ya no hay sitio para tanta discrepancia. Los primeros síntomas de alarma saltaron con la denuncia frontal que el diario ABC (otrora tribuna de las peores invectivas ultraderechistas) lanzó contra la Cadena COPE y, poco después, contra quienes ponen en duda la labor de los jueces y fiscales que instruyen el sumario del 11-M. Luego, siguió el alcalde de Madrid postulándose como número 2 de los populares para las próximas generales, con el consiguiente rechazo por parte de la brunete mediática de Losantos y compañía. Ahora, con el fin del terrorismo etarra, la escisión es total.
Basta con leer las declaraciones de los miembros de uno y otro bando para comprobar que en el PP no pueden seguir navegando en el mismo barco. Es imposible que se cobijen bajo un techo común gentuza como Ignacio Villano, Miguel Buesa y la guardia pretoriana de la FAES, junto a caballeros nobles y educados como Rajoy y Arístegui.
Uno de los dos frentes acabará perdiendo los nervios y rompiendo la baraja: yo no sé si para fundar un nuevo partido más al centro o más a la derecha pero, en todo caso, depurando un concubinato entre moderados y radicales que los españoles no podemos seguir soportando ni un minuto más.
Escrito por MUTANDIS a las 24 de Marzo 2006 a las 02:02 PM