Los teoconservadores del Partido Popular tienen un nuevo problema. Por un lado, un edil gay se les casa, al grito de "viva la libertad sexual" (sic) y pone de los nervios al Obispo de Ourense. Por otro, la Conferencia Episcopal publica un texto en el que censura moralmente la masturbación, la fornicación y las relaciones heterosexuales, bajo la consigna de la "castidad" y rechazando cualquier imputación de "puritanismo" (sic).
¿Cómo es posible, pues, que la jerarquía católica continúe haciendo campaña electoral a favor del PP (de cuya LOCE esperaba obtener la llave de las infantiles conciencias), mientras los militantes de la derecha se entregan a la corrupción y el fornicio? ¿Cuál es la "coherencia" del magisterio católico, que admite entre sus borregos lo que condena a los miembros del rebaño ajeno?
Aquí hay una grave incongruencia que mina la credibilidad de los participantes en el juego. O me lo explican, o condenaré a los implicados (¡tranquilos! no a la hoguera: soy un relativista), sino al limbo de mi desdén y mi olvido.
Escrito por MUTANDIS a las 11 de Abril 2006 a las 12:41 PM